miércoles, 20 de mayo de 2009

Pasion y amor



Este texto que viene a continuación no es mio, es cortesia de una amiga especial dedicado a su novio desde el corazón. Espero que os guste.

Y se abrazaron como el último abrazo que se da una pareja herida por una guerra que no pidieron.

Él la tomó de las manos a la vez que ella vertía sus lágrimas.

Se abrazaron tierna pero velozmente. Ella no sentía tal fervor desde hacía siglos, y él jamás hubiera imaginado una revuelta así en su corazón.

No querían separarse.

Ella tembló por la ternura y sinceridad que transmitían las palabras de él:

“Somos lo que somos, y eso no lo podemos cambiar.”

Uno de los dos tenía que poner final, salvando la vida…y ella añadió: “Te quiero, que no te quepa la menor duda, pero yo no pedí amar ni ser amada.”

Se abrazaron más furtivamente que antes.

Ninguno de los dos quería dejar que la menor distancia surgiera entre ellos: buscaban lo eterno.


Lloraron sin consuelo. Sus miradas chocaban a la vez que sus cuerpos se frotaban con delicadeza.


La luna brillaba, blanca y pura, con todo su esplendor y magnificencia…

Con una discreta sonrisa, el añadió: “Me acaricias la barbilla, ya empieza a raspar” ;)

Sus dedos se deslizaban por sus cabellos, se enredaba con la dulce y apasionada mirada de ella, mientras el perfume de su piel se adueñaba de él, excitándolo, pero dándose cuenta de que realmente estaba enamorado de ella.

Sin obstáculos entre sus cuerpos…solo una fina sábana de seda, ondeando por la espaciosa habitación iluminada únicamente por la preciosa luna llena.


Gritos mudos. Caricias sin orden. Besos sin freno. Caos de los sentidos. El tiempo se detiene. Las manos acarician los lugares prohibidos. El sudor frío bañaba sus cuerpos.

¿Quien tiene el control?

Rodaban y ella quedaba encima, Rodaban una vez más y el quedo encima…

¿Quién tiene el control?

Besos y mordiscos. Frenesí. El besó su cuello y al impactar su respiración en su fina piel, notó como esta se erizó dulcemente. ;)

Observó como mordía su labio inferior mientras su cuerpo se encogía y se estiraba en un espasmo de pasión incontrolada.

Su excitación era su excitación.

Sólo se oía un latido, el de ambos. El compás unísono de su danza del amor. Siguieron rodando en una pendiente que no tiene fin… Un abrazo que no tiene final.

El latido se acelera.

Los movimientos se volvieron más precisos.

Sus pupilas se dilataron. Sus miradas se cruzaban mientras las cabezas se inclinaban hacía atrás.


Y de pronto…

Un gemido que procedía de la nada se extendió por toda la habitación.

El claro de la bella luna se adueña de la estancia y sus cuerpos cayeron lentamente, abrazados, bajo las sabanas de seda.

Los objetos, los sentidos… Todo vuelve a su lugar original.

La luna parece sonreír, mientras ellos, abrazados, se rindieron dejando caer el sueño, ya convencidos de ser uno, amando sus respectivas diferencias, dándose cuenta que estas diferencias en realidad complementan su ser y su felicidad. Ellos crean su propia plenitud.

…Nada ni nadie puede cambiar el pasado, pero nosotros….

…Nosotros somos el presente….



viernes, 3 de abril de 2009

¿Tu que haces cuando estas triste?


Hay momentos en que una nube entra en tu vida sin saber que vientos la han traído, o tal vez si, no importa. En estos momentos ya nada importa, lo único que quiero es que pase el mal tiempo.

"Tiempo al tiempo" me dicen, y el mismo consejo daría yo, y a continuación una pequeña broma para arrancar una sonrisa, pero perfectamente se que no sirve de nada. Sobretodo cuando eres tu el que esta triste, ahí es cuando te das cuenta de lo inútil de tu consejo y de esa efímera sonrisa.

"Tengo que levantar cabeza" piensas, pero no sabes como. Recurres a la experiencia, no es la primera ni la ultima vez que te sientes así, intentas refrescar esa mala memoria tuya en busca de como conseguiste animarte, más te das cuenta de que no lo sabe. Solo te has encerrado en la habitación al volver de tus obligaciones diarias, día si, día también, frente la luz del monitor sin saber que hacer. Te mueves por casa como si de un fantasma se tratara.

Sigues pensando que hacer y decides distraerte, pero la desgana te impide hacer nada: no puedes concentrarte en la lectura, ni tu pelicular favorita te apetece ver, la serie que sigues empieza a parecerte lenta... Intentas buscar alguien de confianza para charlar, en busca de ese consejo que tu no sabes dar y descubres que ese alguien tampoco es capaz y en el peor de los casos hasta sientes que ni tan solo le interesa y esa persona esta fallandote. Pero no estamos en ese caso, ¿verdad?, y intenta animarte, bromas que arrancan sonrisas fáciles, vídeos divertidos que siempre funcionan... incluso te saca de paseo para que te distraigas y te de ese aire que tanto necesitas, pero al final nada funciona. La nube sigue ahí, tapando cualquier posible rayo de luz.

Empiezas a ver que tu inútil consejo es lo único que tienes, no te queda nada mas que esperar, ver que pasa y suplicar para que los vientos caprichosos empiecen a soplar de nuevo para despejar tu cielo de igual forma que lo cubrieron.

Hay que aprovechar cualquier circunstancia, de todo se puede aprender y mas en tiempo de crisis. Sin darte cuenta entiendes mejor los problemas de la gente que te rodea y con un poco de suerte hasta habrás mejorado tus consejos, has descubierto en quien no puedes confiar y de quien esta a tu lado. Tal vez te lleves alguna sorpresa y descubras a alguien especial que no te esperabas. Y sobretodo habrás reflexionado sobre ti mismo y tu vida, sabrás que problemas tienes, aunque no fueran importantes, encontraras esos vacíos que podrás intentar llenar, priorizarás mas y mejor tus intereses y tendrás mas experiencia para futuros nubarrones y sabrás como superarlos, o no.

Y tu, ¿que haces cuando estas triste?


jueves, 15 de enero de 2009

Un vela


Cada vez que una vela es prendida se consume un poco de ella misma.

Si se enciende a menudo o se deja ardiendo demasiado tiempo esta vela acaba por desaparecer.
Pero un buen día, las luces de tu hogar se van y acudes a esa reserva de iluminación que guardabas, ya no esta.

No quiero que llegue la oscuridad a mi refugio y encontrarme sin una ayuda.
Por eso mismo he decidido no encender mas velas si no es necesario.